"No podíes ir hasta Tarragona y no ir a tocar hierro en el balcón del Mediteráneo", así anuncian los propios tarraconenses. Este mirador se encuentra entre la Rambla Nova y el Paseo de les Palmeras, a unos 40 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una espléndida panorámica del Mediterráneo, en plena comarca del Tarragonés.
A los pies del balcón se encuentra la playa del Miracle y al fondo de la misma el fortín de la Reina, un antiguo palacio-fortaleza que ha pasado a ser parte de la historia de la ciudad.
Está rodeado por una antigua barandilla de hierro forjado diseñada por Ramón Salas i Ricomà y forjada por Joan Miquel Guinart, a inicios del siglo XX. La baranda tiene una forma inconfundible y dicen que trae suerte a quien la toca.
Delante se encuentra el monumento a Roger de Llúria, famoso navegante catalán de origen calabrés, que lucho a las ordenes del rey Pedro el Grande. Fue enterrado en el monasterio de Santes Creus.
Llegados hasta el mirador del balcón del Mediterraneo, es de obligación darse un paseo por la Rambla Nova y ver entre otros espacios de ocio:
Al final de la anterior citada playa de las Palmeras, está uno de los lugares más importantes de la Tarraco Romana, el Anfiteatro romano. ¡No paséis la oportunidad de dejaros ver por su arena!