Este milenario barrio de la ciudad de Valencia creció entre dos murallas, la musulmana y la cristiana. Debe su nombre a la iglesia, el convento del Carmen Calzado, y a la plaza adyacent, que comparten el mismo nombre.
Sus restos medievales más emblemáticos que aún podemos contemplar en el barrio, son las Torres de Serrano y las Torres de Quart, tras las cuales accedemos a un laberinto de callejones empedrados con infinidad de secretos. Vías como Roteros o Corona descienden de los antiguos arrabales.
En las entrañas del barrio aguardan el bello Portal de la Valldigna, la centenaria Plaza del Árbol o la diminuta Casa de los Gatos, así como comercios históricos con siglos de historia.
El Carmen también es territorio bohemio, donde abunda el arte callejero y están los museos más punteros, entre ellos el IVAM, el MuVIM, el Centre del Carme o la Beneficencia.
Es un barrio con muchísima vida, algo que podremos comprobar desde el primer momento que pongamos un pie en él.
Por la mañana podemos visitar el famoso Mercado de Mossen Sorell, con una amplia oferta de productos gourmet. A lo largo del día se van llenando las terrazas, donde podremos degustar algunas de las tapas más típicas y comer una buena paella. Conforme cae la noche, cobra relevancia la Plaza del Tossal, alrededor de la que hay restaurantes y pubs muy concurridos.
El Carmen es historia viva de los valencianos, pero también la estampa costumbrista de su presente.
Ayuntamiento de València. Concejalía de Emprendimiento e Innovación Económica.