El Castro de Monte Cildá, situado junto a la localidad de Olleros de Pisuerga en la comarca Montaña Palentina de Palencia, es una montaña en la que se han encontrado prestigiosos yacimientos arqueológicos.
Éstos indican que en esta zona habían poblados cántabros, romanos y visigodos y que, según investigadores, es dónde se encontraba la ciudad cántabra de Vellica. Es una visita idónea para aquellas familias que deseen conocer los acontecimientos de nuestros ancestros en la época prerromana.
¿Todavía no conocéis la historia bélica de la zona? ¡Este es vuestro momento!
Monte Cildá es el lugar en el que se acoge a un bastión cántabro, fechado en el siglo I a.C, relacionado con la “Bellum Cantabricum” (Guerras Cántabras), un escenario de batalla entre los cántabros y los militares romanos, los cuales obedecían órdenes de César Augusto. Éstos últimos, se situaban en en Cañón de la Horadada para vigilar las andanzas de los cántabros.
El castro de Monte Cildá fue tomado finalmente por la Legio III Macedonia, situada en Pisoraca y cuyas ruinas se encuentran actualmente en Herrera de Pisuerga. Este terreno se destruyó y, al tomarlo los romanos, pasó a llamarse Villegia. Más adelante, se construyó una muralla en piedra de sillería para fortificar el castro.
No obstante, en este lugar también existen pinturas rupestres que demuestran que hubo asentamientos mucho antes que en la época prerromana y romana.
Para llegar hasta el Castro de Monte Cildá se debe iniciar el trayecto desde el municipio de Olleros de Pisuerga. Una vez en marcha, os debéis desviar a la carretera N-611 (a cuatro kilómetros de Aguilar de Campo). Cuando salgáis de Olleros, os encontraréis un cartel que indica el comienzo del camino hacia el castro.
Foto: Regio Cantabrorum