En Benidoleig, en la comarca de la Marina Alta, al norte de la provincia de Alicante, encontramos estas impresionantes cuevas que podemos visitar y ser testigos de cómo el tiempo se detiene. Una cavidad de unos 440 metros de longitud donde se creó esta maravilla de la naturaleza conocido por ser utilizada como refugio por el hombre paleolítico hace más de 100.000 años. Desde estos remotos tiempos hasta nuestros días, han quedado numerosas muestras de la utilización y paso del hombre por la cueva.
La gruta rocosa está conformada por dos zonas bien diferenciadas: la primera, que está inundada y abastece de agua para el riego de la zona mediante un túnel artificial, y la segunda, la cual podremos visitar. Aunque se han hallado útiles prehistóricos en su interior, en concreto del Paleolítico, la cueva fue reutilizada en diferentes momentos de la historia y para fines dispares. Por ejemplo, por el hombre del Neolítico para llevar a cabos ritos de fertilidad, o bien en época musulmana. En su interior encontramos un parque infantil, servicio de bar, internet, souvenirs, etc. Una visita obligada para conocer mejor nuestro pasado.