La Ciudad Encantada es un paraje natural de rocas calcáreas o calizas situado en la provincia de Cuenca, rodeado de pinares propios de la Serranía de Cuenca. Ha sido declarada Sitio Natural de Interés Nacional el 11 de junio de 1929, por este fenómeno cárstico.
Las formaciones tienen su origen en el Cretáceo, hace 90 millones de años. En este tiempo el mar cubría casi toda la península ibérica, y esto influyó en un periodo de deposiciones de sedimentos marinos, lo que dio lugar a rocas calcáreas llamadas dolomías.
Cuando el agua se redujo las rocas quedaron en la superficie afectadas por los fenómenos atmosféricos como la lluvia, el viento y los cambios de temperatura, que las erosionaron. Por esto, se pueden observar formas asociadas a animales, como el perro, la foca, el cocodrilo, el elefante; o a objetos, como el puente, el convento, o el teatro; lo que puede ser un juego perfecto para realizar con niños al ir adivinando a qué se parece cada roca.
Destaca el tormo, la primera formación que se ve al entrar al recinto. Y a la que hay que sumar lapiaces, torcas y sumideros.
La ruta por la Ciudad Encantada de Cuenca es un recorrido circular de 3 kilómetros, sin dificultad, aunque el camino es llano y no está asfaltado, por lo que en muchos puntos una silla de bebé no puede pasar.
Se encuentra señalizado con dos tipos de baliza: las de color turquesa indican el camino de ida y otras de color rosa, el color de vuelta.
La duración es aproximadamente de una hora y media, por las diferentes formaciones, designadas con nombres señalizados. Cada una de ellas está explicada por sus paneles informativos, además de contar las curiosidades del parque.
Se organizan los fines de semana y festivos, siempre que el tiempo acompaña. Y es una forma de conocer más a fondo estas formaciones cársticas.
Una parada obligatoria si vamos a visitar la Ciudad Encantada de Cuenca, es el mirador del Ventano del Diablo; una cueva natural desde la que se puede ver las hoces del río Júcar en todo su esplendor. Es una perforación en roca de unos 200 metros desde la que se puede observar el río y las paredes de piedra, que se encuentra casi a pie de carretera a unos 36 km de Cuenca, en la localidad de Villalba de la Sierra.
En el entorno que rodea a la Ciudad Encantada se pueden visitar una variedad de paisajes privilegiados de fácil recorrido, por lo que se puede hacer en familia. Entre los que destacan, la Reserva Natural de la Laguna del Marquesado o el nacimiento del Río Cuervo.
La época más recomendable para la visita es el invierno y la primavera por la abundancia de agua, ya que en los meses de verano y otoño, no es tan asombroso.