Cercano a la ruta por las Pasarelas en el Desfiladero de los Hocinos en la Merindad de Cuesta-Urria (10 minutos en coche) se encuentra el histórico Monasterio de Santa María de Rioseco.
La historia del Monasterio de Santa María de Rioseco es bien curiosa pues, aunque puede parecer un monumento como cualquier otro, su localización fue variando en su comienzo. De hecho, estuvo habitado por monjes blancos, de la Orden del Císter, una orden monástica católica reformada que tienen como regla la de San Benito.
El primer hogar del Monasterio fue Quintajuar, entre Cerneguéla y Masa. Aunque parecía que su traslado sería hacia San Cipriano Montes de Oca en La Rioja con el objetivo por parte del rey Alfonso VIII en 1135 de pacificar la frontera de Castilla con Navarra, los monjes descontentos fueron adquiriendo terrenos en el Valle del Manzanedo. No obstante no se emplazaron en su actual lugar de residencia puesto que estaba ocupado por los señores de Medina de Pomar, los Velasco. Lo hicieron en Fuente Humorera hasta finalmente, gracias a la compra del terreno a los Velasco, se trasladaron en 1236 al Valle del Manzanedo, donde actualmente siguen conviviendo.
Con respecto a su arquitectura, en su periodo de creación, hacia el siglo XIII - XIV, tuvo un estilo circiense, sobrio. A través de los siglos, se fue adaptando a los cambios arquitectónicos puesto que en el siglo XV tuvo una etapa renacentista (que caracteristiza en especial el Monasterio por dar pie a la Sala Capitular de este) y en el XVII avanzó hacia el estilo baroco.
A lo largo de la historia, el Monasterio ha sufrido una evolución, abandonos y reconstrucciones, que a lo largo de la visita esclarecerán su paso por los años.
El Monasterio se encuentra al inicio del Valle del Manzanedo, en las Merindades de Burgos, junto a la carretera que liga hasta San Martín del Rojo a la altura del río Ebro.
El Monasterio ofrece visitas guiadas sin coste alguno.
Los horarios son los siguientes: durante el verano se ofrecen por la mañana a las 11h, 12h y 13h y por la tarde a las 17h, 18h y 19h. Se realizarán en esas horas todos los días de julio y agosto. Con respecto a septiembre, se mantendrán los horarios los fines de semana hasta el 12 de octubre.
Además, el Monasterio de Rioseco propone del 26 de julio al 1 de agosto una semana de voluntariado que se realizará manteniendo todos los días los mismos grupos de trabajo para disminuir el riesgo que conlleva la exposición entre personas a causa del COVID-19.