El Museo Cerralbo es una casa-museo, reflejo de su época. Conserva casi intactos muebles, antigüedades y pinturas. Una visita muy interesante para los niños, ya que aprenderán de una forma divertida y amena una lección de historia que no puede ofrecerle un libro de texto.
El edificio de estilo italiano se concibió más como galería de arte que como vivienda. El museo alberga una antigua colección privada de obras de arte, objetos arqueológicos y demás antigüedades. Pinturas, dibujos, grabados así como porcelanas, monedas y otros objetos se mantienen en un primer plano expositivo.
Pinturas, esculturas, cerámicas, cristal, tapices, muebles, monedas, medallas, dibujos, estampas, relojes, armas, armaduras y objetos arqueológicos, por mencionar lo más destacado, confieren un encanto especial al palacio que, además de constituir un ejemplo importante de residencia aristocrática, sugiere al visitante una panorámica de la vida cotidiana en Madrid, con las tertulias literarias, los bailes, las confidencias de salón.
Las familias tienen su espacio reservado con una serie de visitas, recorridos y talleres, para que descubran esta casa-museo. A lo largo del año se realizan en el Salón de Baile, una de las salas más emblemáticas y representativas del museo, diferentes conciertos y recitales.
Para sacar el máximo partido de la exposición permanente, el Museo Cerralbo ofrece varios recursos didácticos y lúdicos descargables desde la web y también disponibles en taquilla: desde un divertido juego de bingo para buscar piezas por las salas, a varios recorridos para aprender y disfrutar, ¡incluso en inglés!
El museo dispone de un aseo dotado con cambiador de bebés y permite el acceso a sillas de paseo ligeras que desplegadas no superen los 50 cm de ancho y los 90 cm de largo. En taquilla hay disponibles para aquellos usuarios que así lo soliciten dos mochilas portabebés de tipo frontal (desde 0 meses hasta 9 kg de peso) y dos sillas de paseo ligeras (de 6 meses a 4 años).