El castillo de Concejuelo es una fortaleza que guarda uno de los mejores tesoros del motor: El Museo de coches antiguos y clásicos. Si a tus hijos les encantan los coches, disfrutarán de estas grandes joyas del automovilismo.
Entre los muros de este castillo, el visitante tiene la posibilidad de conocer la historia del automóvil, repartida en seis estancias, tres de ellas dedicadas a los Rolls-Royce. En total, se exponen 75 vehículos en perfecto estado de conservación: desde el primer vehículo fabricado en serie (Ford T), hasta deportivos clásicos (Ferrari Testarrosa o Lamborghini Countach) y automóviles de los años 30 (Hispano-Suiza, Isotta o Bentley).
Una excepcional colección de automóviles clásicos y antiguos, considerada única en el mundo por tener todos los modelos de la marca Rolls-Royce. Construida en el medioevo durante las luchas banderizas, el actual castillo fue reconstruido en 1985 y consta de una torre (Torre de Loizaga) de 25 metros de altura rodeada de diferentes estancias, un foso con puente levadizo y murallas.
Pero, sin duda, la joya de este museo es la valiosa colección de los Rolls-Royce. Esta muestra alberga 43 modelos de la lujosa marca británica, entre los cuales destacan los modelos más antiguos, el Silver Ghost de 1910; varios vehículos de entre los años 20 y 60, como los Phantom; y otros modelos como los Silver Wraith y los Spur que fueron diseñados en las décadas de los 80 y 90.
Cada coche va acompañado de una ficha orientativa que no pretende profundizar en aspectos técnicos o históricos, que están al alcance de todos. La atención se centra en hacer despertar el interés hacia tan trascendente invención, dejando a la imaginación la tarea de desentrañar los relatos que se esconden tras estas fascinantes máquinas, testigos de tantas vidas pasadas.