Lo primero que nos va a llamar la atención en nuestra visita a este palacio es su impresionante fachada. En un lateral se encuentra la puerta principal, realizada en alabastro por Ignacio Vergara sobre diseño de Hipólito Rovira. Este edificio es producto de una radical reforma llevada a cabo sobre la antigua casa solariega de los Rabassa de Perellós, titulares del marquesado de Dos Aguas, en la década de 1740 en un acusado estilo rococó. De planta cuadrangular irregular, organizado en torno a un patio y con torres en las esquinas. En su interior aún podemos observar hoy las carrozas del siglo XVIII y los salones decimonónicos con su decoración original, mientras que la segunda planta acoge el Museo Nacional de Cerámica González Martí, con una importante colección de piezas desde la antigüedad a los más modernos diseños.
Cerrado todos los lunes, 1 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y dos festivos locales.