La plaza del Rey está situada en el barrio gótico de Barcelona, dentro del distrito de Ciutat Vella en la comarca del Barcelonés.
Se accede a ella por las calles Baixada de Santa Clara y Veguer. Junto con la cercana Catedral de Barcelona, ambas son testigo de la historia de la capital catalana desde la Edad Media.
La plaza del Rey está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1931.
Es una plaza rectangular rodeada de edificios emblemáticos, de estilos góticos y renacentistas, de los cuales destaca el Palacio Real Mayor que consta de varias edificaciones:
Por último, cerca de la plaza del Rey, se ubica el edificio de la Casa Padellàs, del siglo XVI y curiosamente fue trasladada piedra a piedra desde su emplazamiento original en la calle Mercaders, también en el barrio gótico. Fue en las obras de reubicación de este edificio (1930-31) cuando se descubrieron en el subsuelo los restos de la antigua ciudad romana, por eso desde 1943 es la sede del Museo de Historia de Barcelona.
La actual plaza del Rey tiene su origen en los antiguos corrales del Palacio Real y aunque quedaba cerrado por la muralla, se usó durante siglos como mercado en un espacio abierto al pueblo.
Durante el reinado de Martín I, en la segunda mitad del siglo XIV, se llevó a cabo un proyecto de urbanización al cual se le atribuye su actual disposición rectangular y en el que se desplaza el mercado con la intención de crear un espacio para la celebración de Justas.
A mediados del siglo XIX la plaza sufría la decadencia de los edificios que la rodean los cuales habían perdido su original uso noble, por lo cual el ayuntamiento encargó la reforma de la plaza al arquitecto Francesc Daniel Molina. Este construyó una fuente de estilo neogótico inaugurada el 16 de octubre de 1853. Al lado de la fuente se instaló una columna, reconstruida con los restos de unas columnas del antiguo templo de Augusto que aparecieron en el derribo de una casa de la calle LLibreria.
En el transcurso de los años 1931-1934, se lleva a cabo una nueva reforma encargada a Agustí Duran i Sempere, al cual debemos el actual aspecto de la plaza. Desaparecen los árboles y la fuente. Este periodo coincide con el traslado de la Casa Padellàs.
En 1956 se traslada la columna romana a su emplazamiento actual, la sede del Centro Excursionista de Cataluña donde están los restos del Templo de Augusto.
En el año 1986 se añade a la plaza la escultura Topos V, de Chillida. Se trata de una escultura de acero fundido con forma geométrica de un ángulo diedro, cerrado por dos lados con remate de semicircunferencias.
Posteriormente, la escultura la adquirió el ayuntamiento de Barcelona con motivo de una exposición, que la Fundación Miró dedicó a Chillida en 1986 y la ubicó en la plaza por indicación del mismo escultor.
Foto: Barcelona Turisme.