El Castillo de Castronuevo o Castillo de Rivilla de Barajas es una fortificación localizada en el municipio de Rivilla de Barajas, perteneciente a la comarca de La Moraña, en Ávila. En medio de un extenso campo de cereales se alza este castillo perteneciente a la casa de Alba. Su exterior tiene aspecto militar y austero, y contiene numerosas troneras, sótanos abovedados y un foso.
Fue construido por Gil de Vivero, señor de San Martín de Cornejo, llamado después Castronuevo, en la década de 1470, en el contexto de la inestabilidad vivida por el problema de la sucesión del rey Enrique IV.
El Castillo de Castronuevo está constituido por dos recintos rectangulares construidos con argamasa de ladrillo, cal y canto. Tiene cuatro torres en sus esquinas y conserva restos de un palacio renacentista del siglo XVI con salas abovedadas, galerías de arcos, columnas y escaleras.
Su estructura y aspecto están condicionados por la artillería, carece de torre del homenaje, sus muros son recios y se encuentra todo él dentro de un foso que dificultaba hacer blanco en sus paredes disparando desde la lejanía.
Sus exteriores están hechos de ladrillo y tapial, pero su patio de granito de estilo isabelino se le relaciona con el cantero Martín de Solórzano, maestro de obras de Santo Tomás.
En 1489 el duque de Alba compró Castronuevo a Rodrigo de Vivero por 6.200.000 maravedíes y desde ese momento se realizaron nuevas obras en la fortaleza.
Otro castillo a destacar de la comarca de La Moraña como visita ineludible para las familias, es el Castillo de Arévalo, datado del siglo XV. Está relacionado en la historia con la mismísima reina Isabel I de Castilla.