La visita al Monasterio de la Santa Espina es una actividad ideal para explorar con vuestros hijos en la provincia de Valladolid, comarca de Montes Torozos.
Para acceder al conjunto del monasterio debéis atravesar el arco de entrada y las murallas que rodean la villa y la construcción del monasterio cisterciense.
Esta construcción del siglo XII mandada construir por Doña Sancha de Castilla, está declarada Bien de Interés Cultural, es de estilo románico y se construyó para conmemorar a una espina de la corona de Cristo que consiguió Sancha.
El monasterio está compuesto por varios claustros, la sacristía del siglo XII, la sala capitular que se encuentra intacta desde sus inicios para que los monjes se pudiesen reunirse, la iglesia de estilo gótico, el altar y la sala capitular. Además en el recinto, se encontraba la capilla de la sacristía, la biblioteca claustral, la capilla de los Vega y la capilla de San Rafael, por último. Aquí es donde se guardan las sepulturas y la espina. Bajo de esta, se encuentra el cementerio de los monjes que habitaban el monasterio.
El conjunto presenta una gran fachada, que merece ser admirada:
Se puede realizar una visita guiada al monasterio cisterciense y a la iglesia siempre con reserva previa, debido a que presenta aforo limitado para conocer la historia y el recinto por dentro y por fuera.
Y esto no es todo, pues dispone de una oficina de turismo que os dará información detallada acerca del Monasterio de la Santa Espina.
Una recomendación para disfrutar en familia con vuestros niños es visitar el pueblo de Tardobispo.