En una de las villas costeras más bellas de Cantabria, Comillas, en la comarca de la Costa Occidental, reconocida por su fabuloso patrimonio arquitectónico, se encuentra el Palacio de Sobrellano y su Capilla-Panteón. Ambos diseñados por Joan Martorell bajo el encargo del I Marqués de Comillas, el empresario indiano D. Antonio López López. Tanto el Palacio como la Capilla-Panteón son concebidas hoy como una auténtica joya arquitectónica de estilo neogótico que tienen de modernista el carácter integrador de todas sus artes.
D. Antonio López del Piélago y López de Lamadrid, I Marqués de Comillas, nació en una familia humilde de dicha localidad. Quedó huérfano a muy temprana edad y destaca por su rápido enriquecimiento, a pesar de sus comienzos. En 1853 y a los 36 años de edad regresa de Cuba con una notable fortuna y establece su empresa en Barcelona.
En 1881 era propietario de la mayor empresa naviera española, la Compañía Trasatlántica, había creado el Banco Hispano Colonial, fundado la Compañía General de Tabacos de Filipinas, la Sociedad de Crédito Mercantil y poseía un alto porcentaje de la Compañía de Ferrocarriles del Norte, entre otros.
El Palacio fue realizado con posterioridad a la Capilla-Panteón y fue ideado como residencia de verano del Marqués y la Familia Real. Las obras comienzan en 1882 y el edificio es inaugurado años después de la muerte del I Marqués.
En la actualidad la visita al Palacio es guiada y tiene lugar por las principales estancias de la casa mostrándose la sala del billar, el comedor, la sala del trono, la biblioteca y el museo del II Marqués. Todas ellas situadas en la primera planta. Destacan los materiales nobles utilizados paras su construcción como las tarimas de los suelos, de roble y ébano o las puertas de nogal. La majestuosa escalera de alabastro del vestíbulo, con doble tiro e iluminación cenital a través de una claraboya de vidrieras polícromas y las chimeneas diseñadas por Cristóbal Cascante.
Pero, sin duda, la sala más decorada es el salón central o del trono, en la que destacan su artesonado y las paredes, decoradas con pan de oro. Las vidrieras de esta sala fueron realizadas en los talleres de Eudald Amigó y son de gran belleza y colorido. Las pinturas murales fueron realizadas por Llorens i Masdeu y narran los acontecimientos más significativos del marquesado.
Los cuatro temas fueron elegidos por el II Marqués y son la inauguración del Seminario de Comillas en 1887 por éste último, la bendición de la Capilla-Panteón en 1881, la gran Revista Naval ofrecida en el Puerto de Comillas durante la visita regia de 1881, donde aparecen los retratos de la familia del I Marqués junto a la Familia Real y el embarque en el puerto de Barcelona, el 24 de marzo de 1869, de los voluntarios catalanes en el vapor “España”, cedido por la Compañía A. Lopez y Cía como apoyo del I Marqués al rey en la guerra contra Cuba.
En el exterior hay esculturas de Joan Roig. Junto al palacio se encuentra una hermosa capilla-panteón de corte también gótico perpendicular inglés y centroeuropeo con mobiliario de Gaudí y esculturas modernistas del escultor Joan Roig, Josep Llimona, Venancio Vallmitjana y Agapito Vallmitjana.
El palacio fue el primer edificio de España en utilizar la luz eléctrica, ya que el primer marqués la mandó instalar para una de las visitas de Alfonso XII.
Los precios de las entradas son los siguientes:
Muy cerca de este palacio, El Capricho de Gaudí es otra de las visitas recomendadas en Comillas, considerada como una de las primeras obras de relevancia de Antoni Gaudí y con una fachada llena de brillantes girasoles.