Ribeira Sacra y Cañón del Sil Haciendo de Ourense y Lugo un único reino, las aguas del Sil y del Miño corren a encontrarse creando un entorno divino, la Ribeira Sacra. Parajes imponentes como los cañones del Sil, que son navegables, y paisajes que albergan una de las mayores concentraciones de Europa de iglesias y monasterios medievales. Algunos tan impresionantes como el de Santo Estevo de Ribas de Sil, construido en una ladera y rodeado de frondosos bosques. O el de Montederramo, de dimensiones colosales. O el de Ferreira de Pantón, habitado por monjas desde el siglo XII. O, excavado en la roca, San Pedro de Rocas, el más antiguo de Galicia.
Y la vid. Porque en estas tierras, fértiles y con un microclima propicio, los monasterios crearon una cultura del vino que hoy está más viva que nunca bajo la D.O. Ribeira Sacra. Hablamos de viñedos en laderas tan inclinadas que su cultivo requiere un esfuerzo heroico.
Desde el llamado Balcón de Madrid o desde el mirador situado entre Vilouxe y Caxide podemos vislumbrar el abismo desde la máxima altura del Cañón del Sil. Son varias las rutas de catamaranes que permiten navegar por las aguas de los dos cursos fluviales del Miño y del Sil, dando la oportunidad de conocer la Ribeira Sacra desde un punto de vista más espectacular. Sus viñedos colgados de las montañas del lado de la solana y la hondura que consigue el cañón introducen al viajero de lleno en la sensación de aventura y en la consciencia de estar en un lugar privilegiado.
El Cañón del Sil es Lugar de Importancia Comunitaria, así como el Bidueiral de Montederramo y el Monte Faro, desde cuya cumbre, con una ermita y una área recreativa, se dominan amplias vistas de las cuatro provincias gallegas.
Fuente: Turismo de Galicia.
Leer más